Netflix tiene su nueva serie musical con pesos pesados detrás de cámara lo que no significa que por ello sea un material redondo
The Eddy está ambientada en el París contemporáneo multicultural, que gira alrededor de un club, su dueño, una banda y la ciudad caótica que los rodea.
Desde el inicio la serie me recuerda al cine underground por su aspecto documental y una cámara que no se detiene
Sus episodios de 1 hora no pueden ser más aburridos y ni siquiera la magia del mundo del jazz o la banda sonora terminan de convencerme
Damien Chazelle dirigió dos capítulos, también escriben el guionista ganador de premios BAFTA y del premio Olivier, el productor ganador del Emmy, Alan Poul
Para un cineasta sobrevalorado como Chazelle, familiarizado con el género por sus anteriores trabajos en el cine como Whiplash o La la land, The Eddy con Netflix es de lo más mediocre que ha filmado en su carrera
La trama no se sostiene y tanto los personajes como sus conflictos no tienen peso, se desinflan y no termina de llegar al clímax, al menos para esta espectadora
A nivel actoral André Holland y Joanna Kulig no tienen mucha química, otro elemento que también destruye la serie
The Eddy es de los títulos menos apreciables de la plataforma y una oportunidad perdida para resucitar el musical al nivel que le corresponde