En la década de 1980 Prince fue presentado a menudo como el gran rival de Michael Jackson, consagrándose como una versión salvaje y más oscura del “Rey del Pop”, una competencia que nutrió su creatividad.
“Prince estaba en la misma franja y llegó a un público amplio. A Michael no le gustaba eso”, explicó el escritor y cineasta Nelson George en el documental de Philip Priestley “Doctor Prince y Mister Jackson” (2008).
“Prince era más marginal, el chico de Minneapolis donde apenas un cinco por ciento de la población es afroamericana, era él que quería romper. Probablemente era más libre”, agregó.
“¡Prince era el malo!”, dijo un amigo de la infancia del artista en el documental “Jellybean Johnson”.
Nacidos el mismo año (1958), las dos superestrellas se conocieron y se midieron, pero después cada uno decidió quedarse en su nicho, Prince en Minnesota, en el norte de Estados Unidos, y Jackson en su rancho de Neverland, en California.
En 1982, Prince obtuvo su primer gran éxito con el disco “1999″. Unas semanas después, Michael Jackson superó todos los récords mundiales con “Thriller”.
Cuando ambas estrellas compartieron el escenario en un concierto de James Brown, en 1983, hicieron esfuerzos por evitarse.
Prince tuvo que esperar a la salida de su película “Purple Rain”, en 1984, con la que ganó el Oscar a la mejor banda sonora para resarcirse.
A partir de entonces, el duende de Minneapolis se afirmó en un estilo más cercano al rock y también más salvaje. Ahí también fue cuando comenzó a cultivar la idea de que había una rivalidad entre ambos, negándose a trabajar con Jackson.
Primero declinó una oferta para participar en la grabación de la canción “We are the world” escrita por Jackson, como parte de una iniciativa de caridad en la que participaron las grandes estrellas de la música estadounidense. Sin embargo, prestó su voz para otra canción del álbum.
Después rechazó la oferta de Jackson de participar en el video de “Bad” en 1987.
Sobre todo, los dos monstruos de los escenarios tenían imágenes opuestas. En una década en la que en el universo del pop dominaba la ambigüedad sexual, “Michael se forjó una imagen infantil”, destacó Nelson George.
De esta pose, salió el sobrenombre de “Bambi”.
Prince, “al contrario, era muy sexual. Cultivaba una sensualidad muy femenina”.
El artista de Minneapolis, sin embargo, fue el único que criticó públicamente al otro.
“Mi voz va más arriba y yo nunca me rehice la nariz, ese es el otro”, cantó en su álbum “Musicology” en 2004.
Esta rivalidad no impidió que Prince retomara en escena el éxito de Jackson “Don’t stop ’til you get enough”.
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009, a la edad de 50 años, mientras que Prince falleció el 21 de abril de 2016 en su estado natal a los 57 años.