Llega el final de la serie “Sin identidad” que, como su jefe Manuel Ríos San Martín ha reconocido en una entrevista con la Cadena Ser, ha centrado demasiado las tramas en la venganza de María de sus familiares más cercanos. Ese ha sido, quizás, su único gran error.
“Tal vez cometimos el error de hablar solo de venganza. Ese titular vendió, pero la serie es mucho más que eso. Mucho más. En realidad es la lucha de dos personalidades muy fuertes, de dos personajes inteligentes de los que solo puede quedar uno. La serie es la guerra entre dos bandos encabezados por Enrique (Tito Valverde) y María (Megan Montaner). La venganza solo puede estar al final, como es lógico. Hay gente que pedía venganza desde el 1 y eso era, evidentemente, imposible”.
Sin identidad ha intentado aunar más calidad y mucha audiencia, pero la esclavitud del share en España la ha acabado matando. La serie empezó con 5 millones de espectadores y ha terminando con una media de poco más de la mitad de esa cifra. Y eso ha ocurrido, precisamente, cuando la serie subió en calidad, tras un cambio de guionistas.
En total, 23 capítulos irregulares que tendrán su punto y final esta noche en Antena 3, a las 22:30 horas.
¿Conseguirá María llevar a cabo su venganza? ¿Conseguirá Enrique escapar de su pasado en México? ¿Qué ocurrirá con Amparo ahora que ha traicionado a su hermana y no tiene el apoyo de Bruno? Despeja todas estas incógnitas y muchas más en el último capítulo de ‘Sin Identidad’.
ATENCIÓN CONTIENE SPOILERS
En el capítulo 2×13, titulado ‘Solo puede quedar uno’ veremos que Han pasado unos días desde que la policía intentó detener a Enrique en el Ministerio y todo ha dado un vuelco espeluznante. Bruno está muerto, Luisa está en la cárcel y Enrique y María han desaparecido. Pablo piensa que María puede estar muerta y esa idea lo está volviendo loco. Ya no sabe qué hacer, ha buscado su rastro en internet, ha pedido ayuda a Muñoz… pero no consigue dar con ella. ¿Y si todo salió mal? ¿Y si Enrique hubiera ganado la partida?
Mientras tanto, Enrique vive tranquilo en un paraíso fiscal escondido bajo una identidad falsa, pero su día a día empieza a complicarse. Se siente perseguido y vigilado, y le suceden cosas muy extrañas. Enrique piensa que tal vez la enfermedad esté avanzando inexorablemente y que es la culpable de esas alucinaciones. ¿O no lo son? ¿Estará de verdad perdiendo la cabeza?
Paralelamente, Amparo está de dueña y señora de la casa, y da órdenes en el chalet Vergel como si fuera suyo. Al final va ha conseguido todo lo que quería, su ambición desmedida ha ganado, pero el precio ha sido altísimo.
¿Dónde está María? ¿Realmente Enrique y Amparo van a lograr salirse con la suya? Los acontecimientos van a dar un giro inesperado que va a poner a todos los personajes contra las cuerdas, la batalla final ha llegado.