Alex Pina continúa su trabajo en la N roja ahora con El refugio atómico
La Tercera Guerra Mundial está a punto de estallar y un grupo de multimillonarios se refugia en un búnker de lujo: Kimera Underground Park. Desde allí verán en pantallas, en un espectáculo lleno de perplejidad, cómo el mundo que conocían se va desplomando sobre sus cabezas. Y mientras fuera la situación se vuelve cada vez más aterradora, ellos disfrutarán de su pequeña ciudad exclusiva con cancha de básket, restaurante, jardín zen, coctelería, diván de psicólogo, gimnasio y spa. A eso quedará reducida su mítica condición de privilegio: a ir adaptándose a vivir en un agujero de lujo, en un universo subterráneo lleno de enigmas en el que estallarán las cuentas pendientes de dos familias atravesadas por una herida del pasado.
La serie me parece una copia vulgar de Silo o Snowpiercer
Un argumento distópico que busca ser la próxima Casa de papel dentro de un bunker
Las historias corales hay que trabajarlas como si fueran independientes para que cada personaje tenga algo que contar
En el refugio atómico ocurren situaciones que dan risa y no debería ocurrir, además de que si se presta un poco de atención desde los primeros minutos el giro de guión se adivina
Para ser de Netflix no se nota el alto presupuesto, de hecho toda la escenografía es acartonada
En los roles principales actores conocidos Miren Ibarguren, Pau Simon, Joaquín Furriel y Natalia Verbeke, terriblemente mal
Pina no puede irse de Netflix , la dupla que han establecido de producciones para grandes masas, incoherentes y comerciales es para siempre