Netflix apuesta por una serie sobre familias disfuncionales y la lucha por hacerse con el imperio en legado
Federico Seligman se retira de sus empresas de comunicación para recuperarse de una enfermedad que le tiene dos años al margen. A su vuelta descubrirá que sus hijos se han convertido en unos desconocidos y están llevando los negocios por un rumbo que él detesta. Federico hará todo lo inimaginable para que sus hijos no destrocen su legado.
Las comparaciones con Sucesión de HBO no se hacen esperar, quizás porque repite ciertos patrones que las hacen similares
En la dirección Carlos Montero responsable de Respira, Feria y El desorden que dejas
Recuerdo Traición de Ramón Campos en el que tenía una trama semejante y que me pareció bastante interesante , Legado no le llega en ningún sentido
Su guión sobre las luchas de poder, los secretos de los hermanos, la falta de unidad y el cambio del patriarca realmente nunca me resultan interesantes
Es como si todo lo hubiera visto , como si el director no se atreviera a ir un poco más allá y solo copiara las series americanas
José Coronado , de nuevo siendo José Coronado, encasillado, sobre actuado
Como sus hijos Belén Cuesta, Diego Martín y Natalia Huarte, también fuera de sus personajes
Un final bastante abierto para una segunda temporada, innecesaria como la serie en sí misma