A México le faltaba una producción que hablara sobre el colectivo LGBTI desde sus inicios, Ernesto Contreras rueda la serie Tengo que morir todas las noches estrenada en HBO MAX
Un relato polifacético de los turbulentos años 80 en la Ciudad de México, cuando la aparición de las contraculturas LGBT en la escena festiva de la capital se enfrenta a un régimen en decadencia y a la llegada dramática del SIDA.
Estamos acostumbrados a que estos temas solo aparezcan en series americanas o europeas , de hecho sobre el tema homosexual recuerdo El baile de los 41 pero que no se refería en ningún momento a la enfermedad
Contreras hace lo mismo que Ryan Murphy en Pose pero sin tanto maquillaje , ni excentricidades , el tono de la serie es serio y coherente
El nueve fue un bar que desafió los prejuicios de los 80 en una sociedad patriarcal, machista y homófoba , cada persona funciona con su historia y se van complementando entre ellas
El director de Párpados azules , Las oscuras primaveras y Falco sabe equilibrar las escenas dramáticas , sin caer en lo de culebrón y es importante para el resultado final
La elección del reparto funciona como un reloj, actores de diferentes nacionalidades , algunos incluso del colectivo , pero todos muy convincentes
José Antonio Toledano, David Montalvo, Cristina Rodlo y Brays Efe
Silvia Navarro es quizás la más conocida y desde que la vi en novelas de Televisa siempre supe que era mejor que eso, aquí lo demuestra con su personaje, inmensa
Tengo que morir todas las noches es el tipo de serie que queda como testimonio , para dar voz a los que estuvieron antes, luchando, sufriendo para lograr lo poco que se ha alcanzado hasta ahora en materia de derechos civiles e igualdad, hay que verla