La casa de papel estrenada en el 2017 supuso un antes y un después en la ficción española y en la manera de generar contenido para una plataforma como Netflix
Es una mina de oro y no pueden renunciar a ello, por eso ahora Alex Pina (White Lines) nos trae la redundante Berlín
La historia se ambienta en el pasado, cuando en el mejor momento de su vida, Berlín planea robar una colección de joyas por valor de 44 millones de euros. O más concretamente, hacerlas desaparecer delante de los ojos de los vigilantes. Para conseguir esta hazaña contará con la ayuda de una banda
La vida ha demostrado que los spin off para que realmente se justifiquen y tengan atractivo hay que hacerlos de personajes que tengan esta cualidad , o sea a Berlín lo quieren hacer el profesor y simplemente se me hace irritante
Pina recurre a la misma forma narrativa de La casa y de Sky Rojo, otro bodrio de la N roja, utilizar voz en off y saltos temporales
El género de atracos es muy manido, lograr un libreto diferente y original del tema es casi un milagro
Recientemente de España hemos visto La Fortuna o Way Down y tampoco fueron la gran cosa
Con una duración de 1 h Netflix quiere que te enganches a Berlín , a su estereotipada banda y a situaciones que realmente carecen de sentido común
No hay un trabajo de guión psicológico, ni a nivel individual o grupal y los diálogos filosóficos, existencialistas del protagonista son insufribles
Es menos sensacionalista de La casa , pero aun así quiere a toda costa ser importante
Necesitas un reparto grande , famoso y de rostros jóvenes para una serie de este tipo
Pedro Alonso no me encaja como principal, sobre todo por su falta de credibilidad, porque no tiene expresión, no le encuentra matices a su tiempo en cámara , verlo aquí es verlo en El silencio del Pántano
En la parte menos experimentada Michelle Jenner, Begoña Vargas, Julio Peña y Joel Sánchez, muy cercanos a Alonso
Itziar Ituño vuelve porque su rol tiene una lógica narrativa y veremos a Najwa Nimri que es favorita de muchos
Todos los fallos, lo absurdo y acertado que pudo tener La casa de papel está en Berlín, es volver sobre un mismo tema que nunca tuvo fin y que ahora se me hace equivocada