Taylor Sheridan es un hombre de televisión, no importa que haya escrito historias para el cine, indiscutiblemente su zona de confort es la pequeña pantalla.
Paramount+ se hace con “Special Ops: Lioness” dirigida por Paul Cameron. La CIA recluta a un joven marine para que se haga amigo de la hija del jefe de un grupo terrorista con el fin de acabar con la organización desde dentro. Los que vimos “Yellowstone”, “Wind River” y “Comanchería” sabemos que Sheridan tiene un sello que define su obra y también a sus personajes.
Hasta este momento sus ambientes siempre habían sido enfocados por hombres, con toda la violencia y la crudeza que eso conlleva. Ese sería el primer aspecto que sorprende de “Special Ops: Lioness”, que el ambiente sea completamente feminista, “Sicario” y “Aquellos que desean mi muerte” tenían a una mujer como centro pero no como ocurre aquí. La serie funciona como policíaco, incluso como thriller político y sin embargo es más ligera de lo que usualmente concibe el guionista.
Cameron por su parte tiene una trayectoria de filmes de acción que no tienen nada que ver con el estilo de Sherydan.
Es obvio que las protagonistas tienen un trauma, que además comparten ciertos elementos de su carácter que las hace primero odiarse y con el transcurso de los episodios asumo que se volverán amigas.
Sin embargo, me falla la carga psicológica de cada una de ellas, como si Sheridan se hubiera pasado a la parte comercial, para complacer al público.
A nivel de reparto tener actrices mediáticas por supuesto que hace que quieras verla. Zoe Saldana siempre está bien y es bueno que se aleje del papel azul de “Avatar” o del verde de Gomorra, es una actriz con muchas posibilidades pero sepultada por la industria. Laysla De Oliveira es puro músculo y escenas de acción. Lamento que Nicole Kidman tenga menos tiempo en pantalla que un comercial, hubiera sido interesante darle más parlamentos.
“Special Ops: Lioness” no es una mala serie, pero tampoco es lo que me esperaba, ojalá que Sheridan la escribiera por encargo, sería una pena que a partir de ahora lo perdiéramos por materiales tan insustanciales.