La vida ha demostrado que no es bueno volver sobre algo mítico, clásico o de culto en ninguna de sus variantes.
Paramount+ ha creído necesario hacer una precuela de “Greace” de 1978 en formato de serie ahora titulada “Rise of the Pink Ladies”.
En 1954, cuatro chicas marginadas se unen y desafían la moral social en el instituto Rydell decididas a divertirse a su manera en una nueva era de coches rápidos, pelo engominado y rock and roll.
Tras el desastre de “Bailando suave” el fracaso de esta producción era inminente, sin embargo su directora Annabel Oakes fue muy inteligente en no hacer remake ni reboot.
“Grease: Rise of the Pink Ladies” es una “Glee” en los 50, no creo que sea necesario ver la de Olivia y Travolta para entender sus tramas.
Es una serie adolescente que tiene todo lo que alguien de esa edad busca en un audiovisual, pero además es musical, género bastante insólito en estos tiempos. Es vistosa, cargada de colores, buena energía y con algunos números musicales agradables, sobre todo el opening. No oculta su bandera feminista, de hecho las protagonistas son mujeres y trata temas candentes para la época en la que transcurre.
El reparto tiene sus momentos, Madison Thompson, Jackie Hoffman, Maxwell Whittington-Cooper y Marisa Davila poseen cierto carisma, unos son más versátiles que otros pero en sentido general se toleran.
“Grease: Rise of the Pink Ladies” no es la gran serie, pero tampoco es un fracaso total y creo que eso es lo que la salva, que busca a toda costa encontrar su camino.
