Donald Glover se estrenó en el mundo de la dirección en el 2016 con la serie “Atlanta” y ahora vuelve con una propuesta completamente diferente: “Swarm”. Es sencillamente inclasificable.
“Swarm” es una comedia dramática que sigue a Dre, una joven obsesionada con una estrella de la música pop. Una obsesión que la va a llevar por un turbio camino.
Inspirada en la obra de Janine Nabers, es en lo que vamos de 2023 de las propuestas televisivas más atípicas.
Glover es muy dado a la crítica social, pero esta serie va al mundo de los fans y lo tóxico que se puede volver esa fascinación por un artista. La serie navega entre el terror, el drama y la comedia negra. El primer episodio es complejo, sobre todo para enganchar, pero hay que darle una oportunidad.
Amazon es una plataforma muy dada a miniseries de este corte, de intriga, impredecible y surrealista.
Dre es un ángel de la venganza, oscuro y retorcido, pero a su manera está buscando limpiar el mundo de ciertos elementos y a través de esa vorágine de muerte encontrarle un sentido a su propia vida.
Otro elemento que rompe con las propuestas de la tv es la visualidad, todo busca el realismo, ser lo más creíble posible pese a que los personajes y sus acciones parecen sacadas de fantasía.
Dominique Fishback deslumbra, aterra en su personaje y siempre encuentra la manera justa de equilibrar los matices de su actuación, espectacular.
Billie Eilish es bienvenida en un ambiente completamente ajeno al que estamos acostumbrados a verla, ese episodio que funciona como guiño a “Midsommar” me resultó estimulante.
“Swarm” no es una serie para todo el mundo, ella en sí misma es un riesgo y aun así los que se atrevan a verla, saldrán recompensados.