Pareciera que lo único que necesitamos ver para distraernos es un poco de violencia de manera ficcionada
La nueva serie de Alex Pina ha sido todo un éxito precisamente por la poca exigencia de los espectadores actuales que ven en Sky Rojo un material inofensivo
Tres prostitutas huyen del club de alterne en el que vivían tras dejar a su proxeneta gravemente herido y con medio cuerpo paralizado. Una cubana, una argentina y una española emprenden un viaje por carretera sabiendo que, después de lo que han hecho, están muertas. Con varios delitos graves a sus espaldas por los que no pueden acudir a la policía, y con los sicarios del proxeneta pisándoles los talones, sólo les quedan dos opciones: huir o plantar cara a sus perseguidores y contraatacar.
Es un producto chapucero, cutre y banal , pero que podemos esperar de Netflix , repitiendo con el creador de La casa de papel y White Lines
Durante 28 minutos nos encontraremos con un nulo desarrollo argumental, de personajes y bastante irrisorio en sus conflictos
Sky Rojo es un coctel de masculinidad t’oxica, con mujeres desnudas y el tema de la prostitución, una fórmula que se repite constantemente en la obra de Pina
A nivel de realización y en cuanto a visualidad, solo en fotografía y en el uso del color encuentro algo positivo en este desastre
El nivel interpretativo a nivel coral es funesto, por la parte femenina Verónica Sánchez, Lali Espósito y Yany Prado, ellas no sobreactúan , ellas ni siquiera se saben los diálogos
Miguel Ángel Silvestre, Asier Etxeandia y Enric Auque son los matones abusivos , ni siquiera convencen aunque son estereotipos
Sky Rojo de lo peor en este 2021 de Netflix , la segunda temporada ya anunciada espero esté a la misma altura